Tratamiento del agua de las torres de refrigeración - ¿Por qué es importante?

El tratamiento del agua de las torres de refrigeración es fundamental. Las torres de refrigeración permiten eliminar el calor de circuitos y sistema para enfriar sus edificios y procesos. Estos intercambiadores de calor funcionan empleando el agua como vector energía, mediante su enfriamiento y/o evaporación.  Por ello, necesitan un tratamiento adecuado del agua para reducir costes, mantener una alta eficiencia energética y cumplir la normativa.

 

¿Cómo funcionan los sistemas de torres de refrigeración?

Los sistemas de torres de refrigeración se utilizan para eliminar el calor de los procesos de fabricación, generación de energía y climatización de edificios. Como resultado, las plantas pueden funcionar de forma más eficiente y fiable, al tiempo que proporcionan condiciones de seguridad para los trabajadores con un coste de funcionamiento óptimo. 

Para ello, hacen circular grandes cantidades de agua por un circuito. El agua de refrigeración pasa por un intercambiador de calor donde absorbe el calor de los procesos de la planta y lo expulsa de la torre de refrigeración mediante la evaporación. En este punto, parte del agua se evapora parcialmente y el aire se lleva el calor a través de la torre de refrigeración a la atmósfera.  

Esto deja el agua de refrigeración junto con algunos minerales disueltos. El agua refrigerada restante, junto con el agua de reposición adicional, se hace circular por el sistema, repitiendo así el ciclo. A medida que se evapora más y más agua, la concentración de minerales aumenta y finalmente alcanza sus puntos de saturación, comenzando a precipitarse y a depositarse diferentes sales, haciendo que el agua sea menos estable. 

 ¿Por qué es necesario el tratamiento del agua de las torres de refrigeración?

A medida que aumenta la concentración de minerales en el agua de refrigeración, pueden surgir distintos problemas. En primer lugar, aumenta la probabilidad de corrosión. Si ésta llega al intercambiador de calor, se producirán daños materiales en la instalación y reducirá la eficiencia general de la planta. Esto provoca costosos tiempos de inactividad y posiblemente la sustitución del equipo si no se gestiona adecuadamente.  

Además, las incrustaciones darán lugar a la precipitación de depósitos persistentes en las superficies de transferencia de calor, las tuberías y el paquete de relleno de la torre de refrigeración. Esto reducirá la eficacia general del sistema de refrigeración y aumentará el coste de funcionamiento. 

Por último, un mayor nivel de concentración de minerales aumenta el riesgo de ensuciamiento orgánico o biológico, que a menudo se aloja en zonas de bajo flujo y bloquea los filtros y las boquillas. Esto, a su vez, fomenta la formación de biopelículas, lo que favorece el crecimiento microbiano de forma exponencial. Las condiciones de calor y humedad en el sistema de refrigeración proporcionan un entorno ideal para la proliferación de bacterias. Si no se controlan, estos microbios pueden multiplicarse y extenderse por todo el sistema de refrigeración, inhibiendo el flujo y la transferencia de calor. También puede suponer un mayor riesgo de legionelosis para los trabajadores.

Por ello, es fundamental que los operadores sean capaces de controlar la concentración de minerales en el agua para que los sistemas puedan funcionar con la máxima eficacia. De este modo, se pueden reducir los costes de explotación y garantizar unas condiciones de trabajo seguras. Esto sólo puede lograrse limitando la concentración de minerales mediante la purga y con el tratamiento químico adecuado. 

Encontrar la solución adecuada

La selección de un programa de tratamiento químico adecuado es primordial, pero depende mucho de cada caso. Por lo tanto, la clave es realizar un estudio en profundidad de la planta, llevado a cabo por profesionales expertos en tratamiento de aguas que puedan adaptar una solución de tratamiento de aguas específica para satisfacer sus necesidades.  En Veolia Water Technologies Ibérica, tenemos los conocimientos y la experiencia para seleccionar el régimen químico más adecuado. Con una gran gama de productos químicos, ofrecemos soluciones operativas y materiales para reducir la corrosión, las incrustaciones, el ensuciamiento y el crecimiento microbiano, para lograr resultados rentables a la vez que se protege su instalación.